El
lacado de puertas es una solución sencilla y que tú mismo puedes poner en práctica.
No tienes comprar puertas nuevas, puedes cambiar las puertas de casa,
gastándote mucho menos dinero, darle un cambio importante a la decoración.
Podemos conseguir un nuevo colorido y a la vez un esplendido acabado.
Bueno,
pues manos a la obra, lo primero que debes hacer es descolgar las puertas,
desmontar todos sus herrajes: bisagras, pomos o manivelas.
Deberás
elegir un lugar de tu casa para toda la operación, si tienes un pequeño jardín
o terraza es la mejor solución ya que evitaras manchas y suciedad. Lo ideal es
disponer de dos caballetes sobre los cuales colocar la puerta horizontalmente y
de las herramientas necesarias tanto para el lacado propiamente dicho, como
para la preparación (lijadora).
Tienes
que plantearte la decisión de si solo quieres lacar la hoja o toda la puerta,
es decir, todas las piezas de madera, además de la hoja, que la componen,
tapajuntas y galce, o sea el marco.
Estas
piezas, la mejor manera de lacarlas será desmontándolas también, aunque se
podrían lacar en su sitio sin necesidad de desmontarlas, eso te ahorraría mucho
trabajo, también deberás decidir si las quieres lacar de blanco o bien darles
otro color que contraste con la
decoración de casa.
Empezaremos
por la limpieza, con agua y jabón, una vez seca continuaremos con el lijado. A
continuación le daremos una capa de tapaporos, lijaremos, una segunda capa de
tapaporos, volveremos a lijar y lavaremos de nuevo con jabón para dejarla
preparada para el lacado.
Ahora
hay varias cosas importantes, primero, elegir una laca de primera calidad y
segundo decidir cómo vamos a aplicarla sobre la superficie de la puerta. En
este caso existen dos formas de aplicación, a pistola y con rodillo.
En
la solución a pistola, evidentemente tendremos que tener la propia pistola y
todos sus complementos, aunque existe también la posibilidad de alquilarla por
un buen precio, aunque tenemos que tener en cuenta si vamos a saber utilizarla
correctamente.
La
otra solución, con rodillo es más sencilla, pero requiere de más atención a la
hora de la aplicación ya que puede presentar más desperfectos, sobre todo si la
hoja tiene molduras. Deberemos comprar rodillos adecuados para lacado, normalmente
de gomaespuma y sin poro.
Bueno,
estamos dispuestos a empezar? Aplicamos laca, dejamos que seque, lijamos
suavemente, eliminamos las imperfecciones y limpiamos bien, repetiremos la
operación dos o tres veces más hasta que observemos que la superficie queda
completamente terminada a nuestro gusto. Entre dos y tres manos es lo normal
para que la puerta quede bien acabada.